Aunque puede ser un libro para que los niños lo lean solos y les sirva para poner nombres a sus emociones y a sus sentimientos, resulta un buen libro para compartir con los adultos, provocar el diálogo, matizar algunas afirmacionesbrEn fin, cumple con la finalidad de un buen libro informativo: deleitar enseñandobrLas ilustraciones de muy variados artistas y registros contribuyen a ello